Las empresas no son entes abstractos. Son las personas que las habitan. La empresa es: tu jefe, la jefa de tu jefe, tu compañero con el que trabajas genial, tu otro compañero con el que no trabajas tan genial, el equipo de al lado que compite con el tuyo ( y la “empresa” no lo ve), el compañero ambicioso que hará lo que sea y como sea por avanzar en su carrera profesional….suma y sigue. Toda la empresa es … personas. Juan, Pedro, Laura … La empresa se mueve y avanza gracias a ellos.
Nadie duda de que la salud mental es una preocupación cada vez más acuciante en la sociedad en general y las empresas en particular. Sin embargo, cuando hablamos de promover la salud mental en el entorno laboral no podemos dejarlo todo en manos de la empresa. Como hacienda, la empresa somos todos, y es tarea de cada uno perseguir la mejor salud mental que nos sea posible, no sólo para tener una mejor calidad de vida, sino para fomentar un espacio de trabajo saludable. A todos los niveles. Por eso, mientras la empresa crea programas de ayuda al empleado, políticas de vacaciones, horarios flexibles, tele trabajo, asistencia familiar etc, los trabajadores podemos centrarnos en lo que depende directamente de nosotros:
✨ conocernos para saber cuáles son nuestras capacidades y nuestros límites
✨ aprender a ser asertivos
✨ escuchar las señales físicas de nuestro cuerpo
✨ gestionar nuestras emociones
✨ manejar nuestras prioridades
✨ mirar a nuestro alrededor con “mejores ojos”
Un sueño: personas que dan lo mejor de sí en empresas que ayudan de verdad a que podamos dar lo mejor de nosotros. Esto sólo puede traer buenos resultados.